viernes, 25 de junio de 2010

Mi cadillac.


Como si nada despertamos y actuamos.
tomamos un café oscuro y miramos las noticias.
muerte, accidentes, robos, desorden, anarquía, dolor y moda,
eso era todo lo que nos llenaba la mañana.
Agarramos un paraguas y tomamos rumbos distintos.
Nos topamos gente pero nunca la miramos a los ojos.
Hasta aquel maldito día,
en que el alma se desespera de la rutina y la falsedad,
aquel maldito día, la mirada se levanto por encima de
los miles de espectadores que no sabían lo que ocurriría.
miles y miles de miradas confundidas pasaron al rededor,
unas perdidas, otras con ilusiones, otras tristes, unas cansadas y en su mayoría frustradas.
A punto de morir de pánico una pequeña esperanza se formo,
recordó esa mirada que no tenia nada de similar a las de mas.
boto su paraguas en aquel ardiente día y corrió, corrió y corrió hasta su hogar,
abrió la cochera y frente a un vejestorio del 88 sonrió,
"este es tu día amigo cadillac!", recupera la gloriaNEOYORKINA que antes pavoneabas.
El sucio motor tembló con uno, dos y tres rasguidos horribles,
"Vamos despierta es la hora", y con un intento mas,
la maquina se estremeció rugiendo como aquel tigre glorioso.
Acelerador a fondo, sin ninguna precaución el viejo cadillac tomo carretera.
Pronto estaba sobre los 180km/hr y a lo lejos una casona
decorada en tonos pastel y rodeada por miles y miles de plantas y flores del mismo tamaño y diferentes colores; era su destino final.
Estrepitosamente se detuvo dejando un rastro de polvo asustado.
El claxon sonó moderadamente y consigo atrajo una figura femenina,
alta, delgada, y blanca como el vestido que dejaba ver todo su interior,
una temerosa sonrisa se dibujo en su rostro pero en sus ojos todo era terror,
miro atrás y se ataco a llorar.
ME ABANDONASTE!
grito!
VETE POR FAVOR YA NO ERES BIENVENIDO!
y con un golpe seco cerro la puerta.
Hundido en la desesperanza total,
oprimió el acelerador a fondo,
atravesó media ciudad como si le huyera a la muerte,
hasta encontrarse con el frió acero de la fuente central,
el metal se retorció y fundió con el cuerpo, tan rápido que no parpadeo.
Los entrometidos se asomaron asustados, intentando encontrar la cabina del viejo cadillac,
pero fue tan rudo el golpe que no se podía diferenciar entre la parrilla y la tapa de la cajuela,
Todos especularon:"estaría ebrio", "huía de la justicia", "perdió el control" ......
Pero ninguno supo la razón de aquel extraño accidente, nadie supo quien fue, nadie lloro solo especulo y comento aquel cadillac del 88!

1 comentario:

  1. No se abandona, no se olvida, no se odia...solo se suspende, nunca nadie entenderá que se puede volar alto o caminar a alta velocidad sin importar si una vez más se chocará en aquel Cadillac.

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